Encontrando un hueco en el mundo 2.0

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Juan Francisco Ferrándiz Pascual - Las horas oscuras



Una novela destinada a convertirse en un clásico del género épico

Cuentan los ancianos que hace mucho, mucho tiempo, cuando el mundo se estremecía por temor al inminente fin del milenio, un forastero llegó a las brumosas tierras de Irlanda con una misteriosa misión. Dicen que ese hombre, un monje atormentado y valeroso llamado Brian de Liébana, huía de unos malvados caballeros de tez pálida y alma oscura, cuyo nombre nadie osa pronunciar en voz alta sin santiguarse.

Los más viejos afirman que Brian y sus compañeros, sabios religiosos venidos de todo el continente, se atrevieron a reconstruir el monasterio de San Columbano, antaño escenario de una cruel matanza. Y aunque algunos juran que profanar esas ruinas supuso el inicio de todas las desgracias, otros opinan que fue la presencia intramuros de una hermosa mujer celta lo que desató la ira de Dios.

Pero si hay algo que nadie niega en esa isla de cielo gris y abruptas costas es que la muerte consiguió traspasar los muros del monasterio y extenderse por los senderos del bosque cual preludio del apocalipsis. Que una mano asesina, certera e impía, se cobró la vida de muchos inocentes y que, durante largos meses, druidas y monjes, nobles y plebeyos vivieron atrapados bajo un denso manto de miedo y de sospechas.


Ésa es la leyenda, dejad que os cuente ahora la verdadera historia.

Su autor:
Juan Francisco Ferrándiz Pascual nació en Concentaina (Alicante). Es licenciado en Derecho y actualmente ejerce como abogado en Valencia. Con anterioridad ha publicado la novela Secretum Templi (Editorial Marfil) escrita en valenciano.
Las horas oscuras supone su auspiciosa entrada en el panorama nacional.


Corre el año 996 y el temor al fin del primer milenio sobrecoge al mundo. Brian de Liébana, aguerrido monje procedente de Hispania, desembarca en Irlanda y recala en las escarpadas costas del condado de Clare para instalarse en el monasterio de San Columbano, abandonado a su suerte tras la muerte de su abad, el venerado Patrick O'Brien.
Brian ha escogido ese enclave para reconstruirlo y depositar entre sus muros unos libros de gran valor, testimonios únicos del saber de la época y del conocimiento de los clásicos, pero también empujado por otros motivos más personales que turban su ánimo. Motivos que le llevan a aceptar la invitación de Cormac, el codicioso monarca de la región, a asistir a un banquete en su castillo. Allí conoce a Dana, una hermosa joven celta a la que salva de una injusta condena, y a quien Brian se lleva al monasterio para sanar sus heridas siguiendo el consejo de los druidas, los sabios paganos del bosque, mientras espera la llegada de los monjes que han de ayudarle a realizar su gran obra.
Entretanto, lejos de Irlanda, un hombre de tez pálida y rostro cadavérico intenta averiguar el paradero de esos religiosos. Su nombre es Vlad Radú y pertenece a una diabólica orden que se mueve en las sombras. Por el momento sus esfuerzos han resultado infructuosos, pero Vlad no se rinde: un odio intenso, tan ávido como su sed de sangre, lo empuja a destruir la obra de Brian y al propio monje.
Pero ni Vlad ni el rencoroso rey Cormac son las únicas amenazas que acechan al monasterio de San Columbano; unos sangrientos y misteriosos crímenes empiezan a cometerse por los alrededores del lugar sagrado. Muertes que parecen ser el inicio del apocalipsis, el fruto de una maldición a la que nadie es inmune y que condena a Brian, a Dana y a sus aliados, monjes y druidas, a buscar la verdad, por oculta que ésta se encuentre.

Las horas oscuras nos traslada a un mundo de cielos brumosos, lúgubres pasadizos y traiciones inconfesables, a una historia épica escrita con mano maestra y que se lee con la mente alerta y el corazón en un puño.


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